jueves, 30 de diciembre de 2010

Solo seremos libres cuando no haya más que perder.

Foto por Andrea González Güemes

Seguro de sí mismo, los pasos en falso han marcado su vida, aunque en realidad nunca se ha echado atrás en lo que ha empezado, su autoestima o no sé qué ha hecho que consiga lo que quiera, a quien quiera. Y eso es, una larga lista en poco tiempo de nombres de chicas que duraron en su cabeza un tiempo proporcional a la longitud de sus piernas, o de su sonrisa.
Aún con lista de espera a las espaldas de alguna tonta que se quedó pillada de sus suspicacias, de sus piercings o de su gomina, la eligió a ella, la única que apareció sin tener nada que perder, y sin que importase demasiado ganar.
Algunas todavía se preguntan cómo es posible, y las que se creyeron su primer amor una vez tras otra acabaron o acabarán por darse cuenta de que sólo fueron una coartada de besos, un plato de transición hasta que apareciera alguien a quien poder llamar ELLA.

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