Coimbra (Portugal). Enero de 2016 |
"Esta es la historia de un derrumbamiento.
El infierno hecho paisaje.
Mi baile nupcial sobre el lodo.
Un invierno sin sol."
Escandar Algeet
desde que vine antes de tiempo
a reclamar la primavera que me ibas a robar.
De crueldad y de ejercerla sabe más abril
que cualquiera de tus guerras.
Y de compasión, Sabina cuando incitaba,
cuando invitaba a Whisky y a poesía.
La imposición del silencio cumple un año
y, en el trayecto, los gemidos duelen más que los gritos.
Como aquella canción que tuvimos que arreglar:
Trescientos sesenta y tantos días buscando mi sonrisa,
haciendo que la vida no sea papel de lija.
Sol dejó de querer la primavera
y las flores ardieron a su paso.
Pero he tardado otro abril
en entender que, de aquel incendio,
rescataron para mí un trébol de cuatro hojas.
Y el resto eran todo ortigas.
Desde este aniversario sentencio:
He visto el Sol arder hasta consumirse.
Y no dejar ni cenizas.
"Vuelve a llegar la primavera
y me molesta el sol."
Extremoduro